El día de ayer, el huracán “Michael” tocó tierra en el noroeste de Florida, inundando la ciudad y destruyendo casas para luego azotar con vientos de hasta 250 kilómetros el sureste de Estados Unidos. Hasta el momento, por lo menos una persona perdió la vida.
Este ciclón ha sido el más fuerte que ha sufrido Estados Unidos en los últimos 50 años. Los daños hasta el momento se han reflejado con las fuertes lluvias, grandes olas, condominios, calles y establecimientos inundados, caída de árboles, dejó sin electricidad a más de 380 mil hogares y comercios, además de explosiones provocadas por los transformadores.
Según la portavoz de la policía del condado Gadsden, Anglie Hightower, la persona reportada como fallecida fue golpeada por un árbol que cayó sobre su casa y quedó atrapado, las autoridades asistieron al rescate, pero batallaron para entrar por los escombros al rededor del condominio.
Panama City y la Isla de San Vicente, en Florida, también han sido fuertemente afectadas.
Rick Scott, gobernador de Florida, solicitó al presidente Donald Trump declarar la zona como de desastre mayor, para recibir recursos del gobierno federal.