Misión Imposible 5, el estreno de la semana

En 1996 se estrenó la primera película de Misión Imposible, rápidamente se convirtió en la tercera más exitosa de ese año, nos puso a tararear la canción y puso a Tom Cruise en el ojo de las historias de acción, cintas que hoy en día sigue haciendo.

En esa lejana Misión Imposible la premisa era presentar a la agencia MIF, de la que el gobierno estadounidense era responsable y contaba con un equipo capaz de llevar a cabo cualquier proeza que se les pusiera enfrente, con tal de cumplir su deber.

Ethan Hunt (Tom Cruise), era el protagonista de esta película y el principal agente de la agencia, cosa que después de cinco películas continúa, no hay nada que él no pueda hacer.

Ahora en Nación Secreta repiten la formula que les ha permitido hacer cinco películas y continuar en el gusto del público, una historia que nos confunde al principio, con algunos hoyos en el plot, mismos que nos mantienen expectantes de qué es lo que va a pasar, quién es bueno y malo y cómo van a salvar al mundo, otra vez.

Ahora vemos a Ethan Hunt detrás de una de las organizaciones más peligrosas, El Sindicato, que ha provocado destrucción a lo largo del mundo y amenaza la seguridad global. Para su mala suerte, la MFI está desacreditada a los ojos del gobierno y la CIA, por lo que ahora él y su equipo: Benji (Simon Pegg), William Brandt (Jeremy Renner) y Luther Stickell (Ving Rhames) deberán enfrentar solos a Solomon Lane (interpretado de una manera ambiciosa y hasta perturbante por Sean Harris), quien lidera esta organización terrorista. Aunque para salvar el día y liberar la carga de testosterona, la doble agente Ilsa Faust (Rebecca Ferguson) entra en escena, confundiéndonos a todos con su lealtad y su belleza.

La historia continúa con la línea narrativa clásica de estas películas, escenas de acción, peleas cuerpo a cuerpo, persecuciones en autos o motos, situaciones que se plantean peligrosas, pero, que el guion logra salvar con comentarios graciosos –que no caen en lo burdo- y que aligeran un poco la tensión generada por todo lo demás.

 

Fuente: Sopitas