Módulo de Rosetta realiza el primer aterrizaje en un cometa

El robot de exploración Philae, que se separó esta madrugada de la sonda espacial europea Rosetta, logró posarse sobre un cometa, un hito de la exploración espacial que permitirá estudiar los orígenes del sistema solar.

En punto de las 10:06 horas (tiempo de México), los científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA) celebraron la llegada de Philae al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, tras un viaje de siete horas, luego que se desprendiera de la sonda Rosetta hacia las 2:23 horas.

“Por fin puedo extender mis piernas luego de diez años. ¡El tren de aterrizaje está desplegado!”, se lee en un tuit de la ESA que da “voz” al robot.

“Rosetta recibe una señal de Philae”, dijo Paolo Ferri, uno de los responsables del centro de operaciones espaciales de la Agencia en Darmstadt, Alemania, en momentos en que el módulo se hallaba a mitad de camino entre la sonda y el cometa.

Posteriormente, se informó que Philae había desplegado el tren de “aterrizaje” que le permitirá posarse.

Desde el 6 de agosto, la sonda no habitada europea Rosetta se desplaza a escasas decenas de kilómetros del cuerpo celeste y a más de 500 millones de kilómetros de la Tierra, acompañándolo en su desplazamiento a medida que se aproxima al Sol.

El módulo Philae permitirá explorar directamente el núcleo del cometa, es decir la parte sólida que por el efecto de la radiación solar genera la “coma” o cabellera y deja una cola visible de gases y polvo.

A causa de su tamaño reducido, el cometa apenas genera fuerza de gravedad, por lo que fue suficiente un leve impulso mecánico desde la sonda Rosetta para lanzar la operación de aproximación de Philae: siete horas de lenta caída libre que alcanzará la velocidad de un metro por segundo en el momento del impacto.

Repleto de instrumentos de observación, Philae carece de sistema de desplazamiento autónomo, tiene el tamaño aproximado de una heladera y pesa unos 100 kilogramos.

El lugar en la superficie del cuerpo celeste escogido para posar al módulo fue bautizado Agilkia, nombre que hace referencia al Antiguo Egipto, al igual que Philae, la isla del Nilo donde estaban los jeroglíficos que permitieron descifrar la piedra de Rosetta.

Se trata de una zona no exenta de trampas, con cientos de rocas de entre 50 centímetros y 50 metros de diámetro y pendientes superiores a los 30º, por lo que el robot tenía un 18 por ciento de probabilidades de caer en un lugar impropio.

 

Fuente: Reforma