En 2018, la agencia calificadora pronosticaba un crecimiento económico de más de 2 por ciento para 2019. Hoy recortó la estimación desde 1.5 a 1.2 por ciento.
Moody’s alertó que una mayor debilidad económica, aunado a la situación de Petróleos Mexicanos (Pemex), podría hacer necesario que el gobierno realice ajustes adicionales al gasto público.
Además, prevé que Pemex necesite mayor apoyo económico del gobierno en función de poder lograr financiar las inversiones de capital que tiene planificadas.
“Pemex necesitará aún más apoyo del gobierno para poder sostener los ambiciosos objetivos de crecimiento en la producción que tiene y también podría necesitar ayuda para sus grandes vencimientos de deuda. Esta incertidumbre se suma a la preocupación del mercado en cuanto a la falta de predictibilidad de políticas y a la débil confianza de los inversionistas en Pemex”, apunta Moody´s en el comunicado.
Perspectiva fiscal
La calificadora señaló que la confianza de los inversionistas, las perspectivas de crecimiento y un menor crecimiento, junto con cambios en la política energética y el nuevo mandato de Pemex conllevan riesgos para la perspectiva fiscal de mediano plazo de México.
“Si bien existe aún interés por invertir en proyectos de infraestructura en México, la confianza del mercado y de los inversionistas se ha debilitado por un entorno político impredecible tras la cancelación del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en octubre pasado”.