Moon Ribas siente todos los terremotos que se producen en la Tierra en su propio cuerpo.
Un sensor que porta en el brazo la conecta con cada movimiento sísmico que se produce en el planeta. A través de vibraciones, percibe desde un movimiento de nivel 1 en la escala de Ritcher hasta el más grande de los terremotos del planeta.
“Después de años explorando la cibernética para contar con un sentido extra, pensé que el sentido sísmico era el que quería experimentar. Me hace sentirme una con el planeta”.
Ribas es una cíborg. Pero es todo lo contrario a lo que alguien imaginaría como tal. No es fría ni superficial. Su risa contagia y utiliza un lenguaje apacible. Emplea el castellano, el catalán y el inglés dependiendo de lo que quiera decir, y constantemente recorre su pasado: una vida de activismo y exploración hacia mundos desconocidos por el hombre.
Moon Ribas es todo lo contrario a lo que alguien imaginaría como un cíborg. No es fría ni superficial. Su risa contagia y utiliza un lenguaje apacible.
Es una bailarina de danza contemporánea que ha decidido tener un nuevo sentido. Uno que le hace sentirse viva y le mantiene en contacto con el planeta.
“Aunque siempre me había visto alentada a utilizar la tecnología en mis coreografías, lo cierto es que nunca me había motivado lo suficiente. Lo sentía frío, distante. Pensé que la tecnología no tenía por qué estar en el baile. Era mucho más interesante si se integraba, directamente, en el bailarín”.
El hecho de ser un cíborg, sin embargo, no encaja del todo con las fronteras de pensamiento a las que estamos acostumbrados. ¿Cómo se puede ser un cíborg? ¿Dónde está la frontera entre una persona normal y un cíborg?
“Es un sentimiento. Hay gente que se siente cíborg, aunque no tenga nada en su cuerpo, y es igual de válido”.
No obstante, la Cyborg Foundation, una asociación creada en 2010 por Moon Ribas y su compañero Neil Harbisson –la primera persona del mundo en tener una antena incorporada en la cabeza–, establece tres tipos distintos de cíborgs.
1. Cíborgs psicológicos: Personas que, por algún motivo, se sienten identificados por este sector pese a no tener ningún tipo de implantación electrónica en su cuerpo.
2. Cíborgs biológicos: Personas que tienen algún implante de tipo físico en su cuerpo.
3. Cíborgs neurológicos: Personas que han modificado su mente para convertirse en cíborgs. Están centrados en la extensión de los sentidos, como en el caso de Moon Ribas. Aunque un implante corporal es inevitable, solo es una consecuencia en aras de que la mente tenga un sentido extra.
Fuente: Playground