Una señora de 117 murió después de obtener, por primera vez, su acta de nacimiento en la Ciudad de Mexico.
Durant toda su vida, la anciana vivió sin ser registrada, y cuando al fin recibió el documento oficial, desafortunadamente murió.
Trinidad Álvarez Lira, quien nació en 1898, no recibía su papel por que no tenía como comprobar su edad. Cuando la Secretaría de Desarrollo Social de la Ciudad de México le dio el acta una semana después, la señora murió de un ataque cardiaco.