En Indonesia, un chico de 17 años falleció en una pelea por el título de su país.
Tubagus Sakti aguantó 8 rounds hasta que su rival, Ical Tobida, lo derribó.
Tobida comenzó a golpear a su rival sin piedad, el chico levantó sus manos en señal de clemencia pero el árbitro no paró el combate.
Sakti colapsó en su esquina y comenzó a convulsionarse. El joven fue declarado muerto por consecuencia de una hemorragia cerebral.