El escritor argentino Ernesto Sábato murió la mañana del sábado a los 99 años, en su casa, aledaña a la ciudad de Buenos Aires, Argentina. El autor se encontraba allí en estado de reposo debido a problemas de salud.
Sábato fue uno de los pilares más importantes de las letras argentinas en siglo XX.
Cerca de su muerte, el escritor había perdido casi en su totalidad la vista, por lo cual se mantuvo retirado en su residencia en Santos Lugares. El también científico abandonó la literatura al final de su vida y se enfocó principalmente en las artes plásticas, como la pintura.
Su compañera, Elvira González Fraga, declaró que la bronquitis había desgastado demasiado la figura del autor, que se encontraba a tan sólo dos meses de cumplir 100 años.
Sábato nació en Rojas el 24 de junio de 1911, donde inició su carrera como científico, para luego dedicarse a las letras. Publicando ensayos en la renombrada revista Sur.
Se le reconoció internacionalmente por la trilogía iniciada en 1948 con El túnel, que sería adaptada al cine en 2006, seguido de Sobre héroes y tumbas (1961) y Abaddón el exterminador (1974).
Obtuvo también el Premio Cervantes en 1984 e incluso fue propuesto como candidato al Nobel de Literatura en 2007.
También presidió en 1984 la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (Conadep), y fue un importante opositor a la dictadura militar argentina (1976-1983).
Su último trabajo literario España en los diarios de mi vejez obtuvo los premios Gabriela Mistral (1983) y Menéndez Pelayo (1997).
En sus últimos días, cuenta su hijo Mario Sábato, el narrador no salía de casa, estaba al cuidado de enfermeras y apenas hablaba, salvo por muy breves lapsos.
Fuente: Milenio