El gato más “gordo” del mundo murió el pasado 3 de agosto debido a que su peso impidió fuera operado de un bulto en el corazón, así lo reportó Antena 3 en su página de internet.
“Sponge Bob”, de nueve años de edad, había “comenzado una nueva vida junto a Courtney y Matt Farrell, una pareja neoyorquina que decidió adoptarlo después de que el gato se hiciera conocido al aparecer en una gala benéfica con la que se pretendía recaudar fondos para un refugio animal”.
El gatito “llegó al hogar Farrell sin poder limpiarse a sí mismo y tenía dificultades para andar”. En el momento de su muerte, “Sponge Bob” pesaba 13 kilos y medio, reporta el medio español.