Su nombre era Stubbs y fue nombrado en 1997 como alcalde honorario de un pequeño pueblo de Alaska.
Según informaron sus dueños, el felino, muy popular en aquél lugar, tenía 20 años de edad. Su nombramiento como alcalde fue debido a la escasez de buenos prospectos humanos; cabe destacar que su oficina se convirtió en una atracción turística.