Ashley Glawe vive en Portland, Oregon, y es fanática de los tatuajes, piercings y las peroforaciones, hace unas semanas esta mujer decidió comprar un pitón como mascota y lo llamó Bart, sin embargo no se imaginó lo que le sucedería después
Glawe tuvo que acudir de urgencia a un hospital para que le retiraran a Bart de la oreja izquierda. La mujer se descuido y Bart aprovechó el momento perfecto para filtrarse en el orificio del lóbulo de la oreja, lo que originó que la expansión se agrandara.
El pitón se quedó atorado y en el Hospital Adventista de Portland ayudaron a liberal al animal de la oreja de su dueña.
“Por lejos, fue uno de los momentos más locos de mi vida. Fui a la sala de emergencias porque mi pitón decidió quedar trabado en mi lóbulo”, contó la joven en su perfil de Facebook.