El ‘negocio familiar’ tenía hasta tres producciones artificiales al año.
Agentes de la policía de Málaga detuvieron a una mujer de 32 años, detectaron que en su departamento había un invernadero con más de 128 plantas de mariguana.
Fue delatada por un vecino anónimo, quién informó que en varios pisos tenían cultivos de marihuana. Las autoridades localizaron varios departamentos con plantaciones.
En uno de estos pisos vivían una madre y sus hijos menores; una de las habitaciones estaba acondicionada con la infraestructura estándar de los cultivos de cannabis.
Tenían un invernadero que recreaba las condiciones óptimas para, de manera artificial, poder obtener hasta tres producciones anuales, lo que multiplicaría los beneficios en una posterior distribución y venta.
La mayor molestia de los vecinos, no era la venta de ‘mota’ sino que la instalación se enganchaba fraudulentamente a la corriente eléctrica, lo producía caídas de tensión en el bloque de vecinos.