Una mujer sueca ganó una demanda de discriminación de género contra la tienda de ropa íntima donde trabajaba. Ella interpuso la demanda porque le obligaban a lucir un brassier para la clientela.
Su empleador le dijo al tribunal sueco que el propósito era ayudar a los clientes a entender la talla de sujetador.
El tribunal considera que esa medida dañaba la dignidad de la mujer y condenó a la compañía a pagar una compensación de 8 mil dólares!!!!!