A poco más de un mes de haberse conmemorado los 100 años de la Carta Magna, Silvia López Aniko dijo sentirse orgullosa y satisfecha de ser quien aportó “un granito de arena” para traducir en kickapoo (kikapú) el máximo documento jurídico-político de México.
Originaria del municipio de Múzquiz, en Coahuila, la mujer habla español, inglés y kickapoo, una de las 64 variantes lingüísticas que está en muy “alto riesgo de desaparecer” en México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali).
Pero gracias a los fuertes vínculos familiares y esfuerzos de la autodenominada tribu kickapoo, los integrantes de la comunidad fomentan el uso de la lengua materna y hoy en día tiene unos 800 hablantes.
“Hace 20 años éramos poco más de 400 hablantes”, comentó López Aniko, al referir que el trabajo para revitalizar su lengua ha consistido en animar a todas las personas -niños, jóvenes y adultos- a hablarla en casa porque “la educación comienza ahí”.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, reconoció que la tarea de enseñanza ha sido un tanto difícil, sobre todo con las nuevas generaciones porque aprenden más rápido el inglés desde temprana edad.
Explicó a Notimex que la razón es porque las palabras del idioma estadounidense son más simples, sencillas y cortas, contrario a su lengua originaria. “Muchos batallan, pero cada día aprenden nuevas palabras y, cuando intentan hablarnos en inglés, siempre les respondemos en kickapoo”, enfatizó.
Mencionó que en la “Colonia El Nacimiento”, como ellos llaman a su lugar de asentamiento porque ahí nace el río Sabinas, una de las principales corrientes fluviales de Coahuila, cuentan con una guardería, jardín de niños y otros lugares de enseñanza que impulsan el uso de su lengua materna.
Aseguró que el español también es de vital importancia para desenvolverse en las actividades cotidianas de la comunidad ubicada al pie de la Sierra Hermosa, en el Valle de Santa Rosa.
Para Silvia López, quien es una contadora egresada de una universidad de Texas, en Estados Unidos, ha sido fundamental contar con los tres idiomas porque le han abierto varias puertas de trabajo en los sectores público y privado de México.
La mujer de 55 años ejerce hoy su profesión dentro de su tribu y, al mismo tiempo, apoya como interprete y traductora en diferentes casos de impartición de justicia y médicos, en particular cuando están involucrados los indígenas kickapoo.
Recordó que también ha traducido diversos documentos, libros, actas de nacimiento y, en fechas recientes, le tocó hacerlo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el máximo documento jurídico-político que en sus 136 artículos ha trazado el camino de nuestro país.
Hasta el momento la Carta Magna ha sido traducida a 40 idiomas originarios, con la intención de darles el reconocimiento y valor equivalente al del español.
Reconoció que el ser la única persona encargada de realizar esta tarea representó un gran reto, pues la lengua kickapoo carece de muchos términos jurídicos para hacer la traducción, sin embargo, a su mente atrajo varios casos, los analizó y así encontró las palabras más adecuadas.
A pesar de ello, López Aniko concluyó este proyectó en tan solo tres semanas y, al verlo materializado e integrado con los otros 39, argumentó que “es una enorme satisfacción y orgullo porque ya puse un granito de arena para mi gente”.
Esta experiencia la compartió en el más reciente Encuentro Nacional de Experiencias de Desarrollo Lingüístico, una reunión organizada por la Secretaría de Cultura y el Inali en la Ciudad de México, en el que asistieron 130 hablantes de 20 lenguas indígenas para definir estrategias y acciones que impulsen la participación social y de los pueblos originarios en la construcción de una sociedad multilingüe y multicultural.
Silvia López planea ahora seguir avanzando en la elaboración de un diccionario trilingüe -español, inglés y kickapoo-, un proyecto personal que inició hace algunos años, y espera ser quien escriba un libro sobre la vida de su tío Chakoka Aniko, el jefe de la tribu, quien falleció en 2014.
La kickapoo es una de las etnias que se asentó en el municipio de Múzquiz, Coahuila, en 1859 después de un largo peregrinar iniciado en la región de los Grandes Lagos, ubicada entre los límites de Estados Unidos y Canadá. Todavía mantiene vínculos con la población que vive en el vecino país.
De momento, la mujer indígena llamó a evitar que se pierdan las lenguas originarias porque “es lo más hermoso que tiene el país”, e hizo énfasis en la importancia de hablarlas en cualquier lugar a pesar de salir de las comunidades originarias en busca de otra vida.