Según la creencia popular, el deseo y la actividad sexual menguan con la edad, especialmente en las mujeres. Pero una académica de la Universidad Americana de Washington, en Estados Unidos, encontró que las mujeres mayores de 70, 80 e inclusive hasta los 90 años disfrutan de la mejor actividad sexual de sus vidas.
Iris Krasnow, autora y profesora de Periodismo y Estudios de la Mujer, entrevistó a 150 mujeres entre los 20 y 90 años sobre sus secretos más íntimos y tuvo conversaciones sorprendentes y reveladoras que acaba de publicar en el libro “Sex After…: Women Share How Intimacy Changes as Life Changes” (“El sexo después de…: mujeres comparten cómo cambia la intimidad a medida que la vida cambia”).
Krasnow abordó el tema desde varios ángulos, indagando sobre la actividad sexual en diferentes etapas de la vida, después de la universidad, después de la maternidad, después de la menopausia, después de la viudez.
Encontró que las mujeres mayores eran más aventuradas y más confiadas en su sexualidad que las jóvenes que están en la etapa del “enganche” o el cortejo.
Iris Krasnow divide a las mujeres que se reencuentran con su sexualidad después de los 65 años en dos categorías:
La primera es la mujer del “nido vacío”. Es aquella que ya terminó de criar adolescentes y estudiantes universitarios y sus hijos han abandonado el hogar.
Cuando antes estaban abrumadas por el trajín doméstico, ocupadas llevando niños de un lado para otro o preocupadas porque alguno de ellos la sorprendiera haciendo el amor con su pareja, ahora están celebrando las posibilidades que les brinda esta última etapa de la vida.
Estas mujeres y sus parejas por lo general están jubiladas, activas y conectadas con el mundo exterior por vía de dispositivos modernos y redes de comunicación. Sobre todo están relajadas.
La otra categoría es la viuda. La mujer que estuvo casada durante 55 años, cuya vida sexual pasó de ser ardiente a aburrida a, finalmente, inexistente. La que cuidó a su marido convaleciente durante diez años y lo vio morir.
“Ahora esa viuda conoce a otro viudo -jugando al golf o a los naipes- empiezan a abrazarse y acariciarse de maneras que nunca lo hicieron. Eso se convierte en el mejor sexo de sus vidas”, expresó.
Un aspecto importante es la buena salud, lograda a través de la actividad y la buena dieta. Más que por apariencia, el buen estado físico implica un buen estado anímico.
Fuente: BBC Mundo