Mujeres: Se divorcian, sufren, se liberan… ¡Son felices¡

A muchas mujeres la separación las cambia. Pasado el tiempo de sufrimiento y adaptación a su nueva forma de vivir, dejan de quejarse, abandonan la zona de conflicto por falta de amor, dependencia, sumisión, violencia y otras diferencias que rompen el vínculo.

Finalmente se liberan y salen airosas, en pocas palabras sonríen nuevamente. . Cambian el llanto por la risa, el miedo por la audacia y el compartir por el egoísmo. ¿Qué les pasó?

Toda separación conlleva el dolor por lo perdido, por aquello que en algún momento provocó ilusiones, proyectos, hasta logros compartidos con el ser otrora amado.

La mujer separada y superada se planta en el lugar donde la razón parece dominar. El raciocinio, que antes entraba en conflicto con la emoción, gana por fin el embate.

Pareciera que por un tiempo “sentir” es la amenaza a la integridad conseguida. “La superada” teme a las emociones, cree que si vuelve a enamorarse la experiencia anterior será en vano y tropezará inevitablemente con la misma piedra.

 ¿Salen de esa postura?

La mayoría supera la etapa de miedos, y se da una segunda oportunidad y hasta una tercera y más.

Algunos tips para volver a confiar:

1. Todo hombre, como toda mujer, se vincula por afinidades y desacuerdos.

2. No te apresures. La ansiedad no sirve, actuá con cautela y criterio de realidad.

3. No intentes modelar al hombre a la imagen de tus sueños.

4. No dejes tus espacios personales para “entregárselos al hombre soñado”. Por el contrario. Serás más respetada por independencia que por sumisión.

5. Hay experiencias que son sólo sexuales y otras más comprometidas. No metas todo en la misma bolsa.

6. Sácate de la cabeza las consabidas frases; “ya no hay hombres”, “ninguno quiere compromiso”, “todos quieren sexo”, etc. Son meros mecanismos que refuerzan la fantasía del “hombre ideal” y te alejan de las posibilidades actuales de conquista.

¡Vuelve a disfrutar de la vida y de tu sexualidad!