El Sambódromo de Río de Janeiro se llenó de simpatizantes del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva para agradecer al mandatario el trato que recibió esta ciudad durante sus ocho años de mandato.
En su discurso, Lula da Silva recordó que una encuesta publicada la semana pasada le otorgaba 87% de aprobación entre los brasileños, cuatro puntos arriba que hace un año. “No tengo más del 100% del respaldo popular porque no se puede“, puntualizó.
El gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, quien organizó el festejo, dijo que Lula es el mejor amigo que ha tenido la ciudad. Como respuesta, el todavía presidente, dijo que en el pasado las autoridades locales negociaban con los delincuentes, y ahora “tienen un pacto con los trabajadores y el pueblo”.
Con información de El País