Mundial de Brasil 2014: El equipo anfitrión tiene su peor arranque desde 1978

Los pentacampeones del mundo, el equipo anfitrión, hoy suma cuatro puntos y lidera el Grupo A. Sin embargo, el partido jugado contra la Selección de México, dejó mucho que desear para su afición.

Mostró un equipo sin velocidad y sin capacidad de desborde o de sorpresa ante México.

La Selección de Brasil en las últimas tres décadas siempre tuvo una tercera jornada sin presiones y, como mucho, tuvieron que esforzarse en puntuar para certificar el primer lugar del grupo.

En los últimos ocho mundiales, desde España 1982, Brasil se hizo con la victoria en sus dos primeros partidos con mayor o menor facilidad y tuvo tranquilidad para garantizar su pase a la siguiente fase de la competición.

Ante Camerún, Brasil necesitará por lo menos un empate para garantizar su clasificación y, probablemente, estará forzada a llevarse los tres puntos para asegurarse la primera posición de la manga para evitar al líder del Grupo B en los octavos de final.

La exigencia de esforzarse al máximo en el tercer partido añade otra preocupación: Scolari no podrá dar descanso a los titulares y se arriesga a que algunos de los cuatro jugadores que tienen tarjeta amarilla se pierdan los octavos de final.

Pero la mayor preocupación que genera Brasil es la imagen que ofreció en sus dos primeros partidos, sus carencias creativas, su dependencia de Neymar, que ante México estuvo lejos de su mejor nivel, y la falta de volumen de juego.

Además, Oscar bajó de rendimiento y tuvo que ser sustituido y el delantero centro titular, Fred, no apareció por segundo partido seguido.

Las críticas de la prensa brasileña han sido unánimes a los problemas para crear juego de la selección Canarinha y a la falta de opciones en el banquillo para cambiar el ritmo del partido.

Scolari ha dado el día de hoy libre a sus jugadores y tendrá de tiempo tres días de trabajo en su cuartel general de Teresópolis y uno más en Brasilia antes del partido contra Camerún.