Murciélagos a prueba de todo

Un estudio de la Universidad de California demostró que los murciélagos no sólo soportan altas temperaturas, sino que pueden beneficiarse de los efectos del fuego. El estudio midió la actividad de murciélagos en áreas quemadas y no quemadas después de un incendio forestal en el sur de las montañas de Sierra Nevada.

Después de un año no había evidencia de algún daño perjudicial en los murciélagos. Los resultados sugieren que los murciélagos son resistentes a las altas temperaturas. Incluso algunas especies se habrían beneficiado de los efectos del fuego sobre el paisaje.

“Nuestros resultados muestran que el fuego, de moderada a alta intensidad, tiene efectos neutros o positivos en un conjunto de especies de murciélagos”, dijo Winifred Frick, ecologista y líder de la investigación.

El estudio fue realizado al año siguiente del incendio forestal llamado McNally en donde se quemó más de 150,000 hectáreas en 2002. Se instalaron micrófonos de alta frecuencia para poder registrar los impulsos ultrasónicos que usan los murciélagos para cazar insectos.

El estudio fue realizado al año siguiente del incendio forestal llamado McNally en donde se quemó más de 150,000 hectáreas en 2002. Los investigadores instalaron micrófonos de alta frecuencia para registrar los impulsos ultrasónicos que usan los murciélagos para cazar insectos.

Se comprobó que las respuestas de los seis grupos fónicos a fuego moderado y alta severidad fueron neutrales o positivas. “Los murciélagos podrían ser resistentes a este tipo de perturbación natural”, aseguró Frick.

“Salimos (tras un incendio), vemos un paisaje carbonizado y creemos que es totalmente destruido, pero los murciélagos pueden encontrarlo un hábitat productivo para sus necesidades”. Algunas especies parecen preferir las zonas quemadas para buscar alimento. Esto podría deberse a un menor desorden y una mayor disponibilidad de presas y refugios después de un incendio. Estas son sólo hipótesis hasta el momento, haría falta una mayor investigación para evaluar las razones, explicó el coautor Michael Buchalski, estudiante de doctorado en la Western Michigan University.

 

Fuente: BBC Mundo