El gobernador del Estado de Sinaloa, Mario López Valdés, emitió un decreto en el que se prohíbe los narcocorridos en bares, cantinas y cualquier otro tipo de antro, no digamos en la radio y la televisión.
“La violencia no solo se genera a balazos. La incorporación de ese tipo de canciones en lugares que han sido asolados por los criminales representan un intento de imbuir al tejido social de valores inadmisibles. Hay que impedir que los homicidas, secuestradores, extorsionadores y traficantes se apropien de la música norteña”. declaró Alejandro Poiré, portavoz del Gobierno de la República.
Por otro lado, José Manuel Valenzuela, autor del libro Jefe de jefes, argumenta en contra de esta medida explicando que:
“Los narcocorridos son parte de una narrativa popular que tiene muchas décadas de historia. Lo único que ha cambiado es la temática. El corrido siempre contó la historia no oficial, la historia subalterna. Al principio tuvo una tradición juglaresca, pero en el siglo XX ya empezó a abordar los temas del contrabando, de la vida de frontera, de los bandidos sociales que se enfrentan a los gringos para saldar una afrenta”.
Valenzuela, sospecha que la prohibición de los corridos no se debe solo a un intento de protección, sino a que talvez ya llegamos a ese punto dónde los personajes principales dejan de ser criminales y comienzan a aparecer funcionarios públicos de doble cara en su lugar.
Fuente: El País
