Por Cristoper Enriquez- La NFL tendrá un regreso glorioso a la Ciudad de México con el partido de Raiders de Oakland contra los Texans de Houston. Será triunfal porque, cuatro meses antes del partido, los boletos se agotaron en tres horas, informó NFL México.
Las dos franquicias tienen una marca positiva en lo que va de la temporada.
El pasado 5 de febrero, previo al Superbowl 50, todas la ilusiones de los fanáticos mexicanos se volvieron realidad. El comisionado de la NFL, Roger Goodell, dio a conocer la noticia que la liga más importante de futbol americano regresaba a México con un partido de Monday Night Football, en el Estadio Azteca.
La última vez que se disputó un partido de la NFL en México fue el 2 de octubre de 2005 cuando los Cardinals de Arizona vencieron 31-14 a los 49ers de San Francisco. Aquel día el Coloso de Santa Úrsula tuvo una asistencia de 103 mil 467 aficionados, cifra que se mantiene como récord en un partido de temporada regular.
En un principio, el Raiders-Texans parecía un partido mediano, pero la afición azteca eso no le importó, solo quería volver a tener un partido y el del próximo lunes no será el último, porque la Liga firmó un contrato por tres partidos en México.
¿Por qué parecía ser un partido intrascendente? Porque el equipo de Oakland llevaba, hasta ese momento, 13 campañas consecutivas sin marca ganadora, y desde la temporada 2002-03 no juegan un partido de playoffs, después de perder el Superbowl XXXVII ante los Buccaneers de Tampa Bay por 48-21.
Por su parte, la franquicia de Texans nació en 2002 y desde entonces solo han participado en tres playoffs sin llegar a un Superbowl y a principios del año perdieron a su estrella defensiva J.J. Watt.
Con el transcurso de la temporada, el partido se fue tornando más interesante: primero, porque los “Malosos” tienen un récord de siete partidos ganados y solo dos derrotas. Pelean junto a los Chiefs de Kansas City por el liderado Oeste de la Conferencia Americana; segundo, porque los Texans comandan el sur del Conferencia Americana con un récord de 6-3.
Ahora, hay que esperar la noche del lunes para que la fiesta mexicana de los aficionados le de un toque único al deporte más valorado de Estados Unidos.