Lizzy Myers es una niña de Ohio, Estados Unidos, tiene 5 años y padece la rara enfermedad genética, Síndrome de Usher tipo B.
Esta enfermedad terminará por quitarle a la pequeña la capacidad de ver y la de escuchar.
Sus padres le han preparado una lista de las cosas que debía hacer antes de que ella deje de ver, una era conocer al Papa.
Su historia se hizo famosa, a través de redes sociales, de inmediato hubo quienes levantaron la mano para ayudar. Una aerolínea ofreció los boletos y un hotel romano, dio el hospedaje.
Y la organización católica Unitalsi, que transporta enfermos a diversos santuarios católicos del mundo, se ocupó de los detalles.
El Papa Francisco cumplió el sueño de la pequeña de cinco años, quien asistió a la Plaza de San Pedro acompañada por sus padres, junto a su hermana menor.
La familia estaba en primera fila en la audiencia general del pontífice, a la que asistieron unas 25 mil personas, y al final el Papa Francisco se acercó a Lizzy, la besó y le bendijo los ojos con sus manos.
“Lizzy estaba maravillada. Tenía los ojos muy abiertos y fue un momento muy poderoso para ella”. dijo la mamá de Lizzy, al termino de la audiencia.
Con información de El Comercio.