El animal medía dos metros y medio, comenzó a morder a la niña y tomó su pierna. Sin embargo, lo verdaderamente sorprendente fue que la niña comenzó un forcejeo con él exitosamente logró desprenderse de las fauces del reptil con sus propias manos, de acuerdo con lo que contaron testigos acerca del ataque. Las heridas se produjeron en su muslo y rodillas izquierdas.
“Un grupo de personas estaba nadando en el lago y una niña de 10 años comenzó a gritar. Me di cuenta de que gritaba porque había sido mordida por un cocodrilo que yo no podía ver, pero pocos minutos después lo vi y fui corriendo en su ayuda”, contó Emilio Aquino, uno de los testigos.