En China, en la región de Guangxi, una niña de 13 años asesinó a una compañera de clase por ser más guapa y delgada que ella, situación que le provocaba problemas.
En la región de Guangxi, al sur de China, el asesinato se realizó con una silla y otros instrumentos caseros a una compañera de clase, de la misma edad, porque más guapa y delgada que ella.
La niña, de apellido Qin, invitó a su compañera Zhou a su casa después de clases, con el pretexto de jugar y pasar el rato juntas.
En algún momento, mientras Zhou se entretenía con su teléfono portátil, la joven criminal tomó una silla de madera y la estrelló en la cabeza de su “amiga”, quien de inmediato quedó inconsciente.
Ante el temor de que cuando volviera en sí Zhou la acusara con sus padres y sus maestros, Qin tomó varios con tijeras, cuchillos, una botella de cerveza, mató a la niña. Acto seguido la desmembró, metió el cuerpo ya reducido a pedazos a bolsas de plástico, se deshizo de estas, limpió la sangre del lugar e hizo como si nada hubiera pasado.
Al final, sin embargo, Qin fue señalada como la responsable del asesinato. Las autoridades la acusaron de homicidio intencional, pero su defensa jurídica argumentó que no se le podían fincar responsabilidades en razón de su edad: según la legislación local, 14 años es la mínima para condenar a alguien por asesinato.
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