Andrew Almazán Anaya, de 16 años, es considerado un niño prodigio por su “precocidad intelectual”. El próximo 18 de agosto, se graduará como psicólogo mientras que termina, de manera simultánea, los últimos semestres de la carrera de medicina.
Andrew dijo en entrevista que sus áreas de interés son la neurociencia y la neuropsicología.
Además, en su tiempo libre practica el piano y el hockey sobre hielo, es cinta negra en taekwondo y dice que no le gustan las redes sociales como Facebook, porque prefiere la “comunicación directa”.
“Desde que era pequeño no sólo me ha gustado la medicina y la psicología, sino también la geografía, la astronomía, la historia, e incluso la filosofía. Pero como son varias áreas las que me han interesado, lo que me llega es a faltar tiempo para poderlas realizar todas“. Esto dice el joven desde su oficina en el Centro de Atención al Talento (CEDAT), una pequeña escuela de aprendizaje para superdotados fundada por su padre y su madre hace un año.
A los 9 años, sus padres decidieron educarlo en casa, porque en la escuela sus compañeros lo aislaban. La preocupación por la educación de su hijo los llevó a fundar una escuela en la que enseñan habilidades especiales a menores con capacidades intelectuales superiores, empleando un método desarrollado por padre e hijo y que ambos bautizaron “el ordenamiento de las inteligencias”
Con solo 12 años Andrew Almazán ingresó en la universidad y ahora está a solo unos días de convertirse en el psicólogo más joven de la Universidad del Valle de México y, en dos años más, en el médico más precoz de la Panamericana, donde cursa séptimo semestre.
Fuente: Agencia EFE
