No seas mensa, no te dejes manosear

En años recientes se han intensificado campañas para fomentar la denuncia de acoso (o abuso) sexual en transporte público. Fue muy sonado el caso del tipejo que se disfrazaba de señora para meterle mano a las mujeres en el metro. En esa ocasión la denuncia la hizo alguien que había sido su víctima por tercera vez. La nota salió a la luz por lo peculiar del asunto; pero sólo se reciben 7 denuncias al año, cuando esto le ocurre a más de 100 mil mujeres anualmente.

¿Qué es lo que hace que se queden quietas dejando que un cerdo las manosee? No termino de entenderlo. Las veces que sufrí este tipo de incidentes, primero me cercioré de que, en efecto, era un sujeto de “malas intenciones” y alejándolo con la mano sólo tuve que decir “no me toques”.

El 100 por ciento de las veces se asustan, lo niegan en voz alta y se alejan. Así de fácil. No tienes que pasar por un proceso legal (tan ágiles en nuestro país) ya que los pervertidos que hacen esto, también son unos cobardes. Y si le sumas que la mayoría de los pasajeros se pondrán de tu lado si el tipo reacciona mal, siempre tienes las de ganar.

Así que no hay una sola razón para quedarte callada. Y por favor, si notan que un tipo se está pasando de listo, con preguntarle a la agredida “¿Tienes algún problema?” también lo harán correr. No se dejen, no sean…mensas.

¿Te ha pasado?, ¿qué hiciste en ese caso?