El artista Laurent Grasso y el arquitecto Pascal Grasso crearon Nomiya, un proyecto que se caracteriza por provocar experiencias estéticas efímeras a partir de la gastronomía.
La propuesta de estos creadores nació en 2009, cuando Nomiya se instaló en el Palais de Tokyo en París. Lo singular de este proyecto es su diseño y carácter efímero. El arquitecto Pascal Grasso consideró que el vidrio y el acero eran los materiales más sobresalientes. Así, la instalación sólo se pensó para exhibirse durante un año, pero los creadores han anunciado que el proyecto volverá a ser montado en éste.
No se trata, en realidad, de un restaurante, sino de una instalación de arte que tiene como objetivo generar una experiencia estética a partir de la gastronomía, rescatando la tradición de la cena en comunidad.
De esta forma, la instalación permite retomar las formas tradicionales de una comida comunitaria, ya que el comedor es para 12 personas y el chef Gilles Stassar realiza un performance cada noche con las recetas que prepara en el Nomiya.
Aún no se a confirmado cuándo será el inicio de un nueva etapa del proyecto.
Fuente: Fahrenheit magazine
