El alcalde de la ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg, acaba de dar un paso más allá en la prohibición del tabaco, y hacer de su ciudad un “ejemplo” de la vida sana.
A partir de esta semana entra en rigor una ley que prohíbe en la ciudad de Nueva York fumar en zonas verdes, como son Central Park, las playas públicas de Coney Island, o los nuevos paseos peatonales en Time Square y Herrald Square.
“Este verano, los neoyorquinos que vayan a los parques y playas a divertirse podrán respirar un aire más limpio y no tendrán que sentarse sobre colillas”, declaró el alcalde.
La ley abarcara mil 700 parques y una veintena de kilómetros de playas, y la multa empieza desde los 50 dólares.
Como se esperaba, las protestas no han tardado en aparecer, ya que se considera que las autoridades han metido en exceso sus narices en el tema. También hay sectores residenciales que se abren paso a la prohibición del tabaco, ya hay edificios de alquiler que obligan a sus inquilinos a firmar una cláusula que les impide fumar adentro de sus departamentos.
