Un estudio realizado por Francis Collins, director de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) ha demostrado que el proceso de envejecimiento no se debe sólo al deterioro gradual de las células, sino también a una proteína tóxica que afecta a algunos niños, la llamada progeria.
El síndrome Hutchinson-Gilford, causado por la progeria, es un padecimiento que ataca a los niños, quienes presentan desde muy temprana edad deterioros típicos de la vejez como pérdida de cabello, artritis, arrugas, arterias tapadas, entre otros. Y lamentablemente cerca de los 13 años fallecen. Al estudiar este fenómeno, parece que la proteína que afecta a los menores es la misma que se dispara en la vejez, por lo que las personas ancianas no gozan de una vejez “normal”, sino que son atacados por varias enfermedades.
Al entender mejor este proceso se podría manipular el mecanismo biológico de tal modo que se pudieran tratar, e incluso prevenir, enfermedades relacionadas con la vejez.
Se han hecho varias estudios para comprender el motivo por el que se disparan las enfermedades durante la vejez, y se pensaba que sólo era por el envejecimiento de las células, es decir, un agotamiento. Esto respondía a un pasividad de las células. Con los nuevos estudios se podría cambiar totalmente el enfoque para pensar que el proceso de envejecimiento es un proceso celular activo.
Fuente: La Jornada