Los encargados de montar los andamios en el techo de la catedral aceptaron que, pesar de la prohibición, encendieron cigarrillos el día del incendio en la catedral.
Sin embargo, las investigaciones respaldan más la hipótesis de que el incendio se debió a un cortocircuito.
Se detectaron irregularidades en la instalación eléctrica, en el tendido para alimentar un juego de campanas que se encontraba en la aguja y otro bajo la misma, y que recorría el envigado de madera de Notre Dame.
La empresa Le Bras Frères, encargada de montar los andamios en el techo de la catedral, admitió que algunos empleados fumaban en la obra, luego que la policía francesa encontró varias colillas de cigarrillos cerca del armazón de vigas.