La PGR sigue acumulando fracasos. Otro caso de resonancia nacional en el que la Procuraduría no puede llevar a buen término un proceso judicial.
Gregorio Sánchez, ex candidato del PRD-PT-Convergencia al gobierno de Quintana Roo, fue liberado de manera provisional, a la espera de que “cuaje” alguna de las tres investigaciones en su contra.
En una acción desesperada, la procuraduría solicitó a un juez una medida cautelar inédita: la prohibición de abandonar una demarcación geográfica, en este caso el DF y área conurbada, la cual fue concedida por 20 días.
Dos averiguaciones: una por tráfico de indocumentados y otra por narcotráfico, se sumaron a la de delincuencia organizada y delitos contra la salud, por la cual fue detenido desde el 25 de mayo del año pasado. Sin embargo, por diversas razones, ninguna ha recibido el respaldo judicial.
Así, la Policía Federal colocó a quien es conocido como Greg un brazalete electrónico controlado vía satélite, con el cual se verificará que no incumpla las restricciones.
La última averiguación —derivada de los dichos de un testigo protegido— se abrió apenas el 30 de junio por delincuencia organizada, delitos contra la salud y lo que resulte, “pero no se solicitó arraigo porque no había elementos sólidos, todavía se está integrando”.
De manera que a la PGR no le quedó de otra más que soltar a Greg Sánchez, a la espera de que algún milagro les permita fortalecer el caso.
El michoacanazo, el caso Hank Rhon y ahora Greg Sánchez, la teoría del uso político de la justicia parece no ser tan descabellada.
Fuente: Crónica.
