Aquí va el premio al mejor papá del año.
Ella quería un árbol de hadas en su habitación para poder sentarse adentro y leer libros. Su padre, un artista en la industria de los videojuegos con conocimiento de carpintería, le cumplió su sueño.
Le llevó 18 meses y 4 mil 250 dólares convertir el cuarto de su hija en un cuento de hadas.