El gobernador sonorense Guillermo Padrés, hasta ahora, ha corrido con mucha suerte porque la justicia no ha llegado, y sigue sin ser sancionado por construir una presa familiar sin permiso y con daños a la Nación.
Sus delitos son claros: robó el agua a los sonorenses, desvió recursos públicos, dañó la ecología y otros más por los cuales debe ser procesado.
Hasta ahora Padrés se ha librado, pero la justicia deberá caer con todo su peso ahora que las Leyes son claras en temas de corrupción.
Las evidencias de sus abusos están listas, con información pericial, testimonial y legal.
Sin embargo, actualmente Padrés está al frente de la campaña de su delfín y correligionario Javier Gándara, otro panista que tiene mucha “cola que le pisen”.
Padrés no debe salir impune, hay una orden judicial para pedir su desafuero, es cuestión de que se proceda en su contra y pueda ser juzgado.