La donación del Vaticano, de 10 millones de pesos aproximadamente, la administrará la Iglesia, será distribuido en 26 proyectos de 16 diócesis y congregaciones religiosas de México.
La idea del Papa Francisco es que la Iglesia pueda seguir asistiendo a los migrantes que pretenden pasar la frontera y entrar en Estados Unidos.
La Iglesia mexicana pidió ayuda a la Santa Sede “para seguir dando alojamiento, comida y artículos de primera necesidad” a los inmigrantes.
Trece de los 26 proyectos están autorizados en Cautitlán, Nogales, Mazatlán, Querétaro, San Andrés Tuxtla, Nuevo Laredo y Tijuana.
El resto de los proyectos se encuentran aún en fase de valoración pues, antes de asignar fondos, las reglas del Vaticano reclaman una información transparente sobre su uso.