El papa Francisco en su discurso pronunciado en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, enfatizó:
“Los organismos financieros internacionales han de velar por el desarrollo sostenible de los países y la no sumisión asfixiante de éstos a sistemas crediticios que, lejos de promover el progreso, someten a las poblaciones a mecanismos de mayor pobreza, exclusión y dependencia”.
Insistió en que “ningún individuo o grupo humano se puede considerar omnipotente, autorizado a pasar por encima de la dignidad y de los derechos de las otras personas singulares o de sus agrupaciones sociales.
Irresponsable desgobierno de la economía mundial, guiado solo “por la ambición de lucro y de poder” y advirtió que esto debe llevar a una “severa reflexión sobre el hombre”.
Compromiso con cambio climático
Francisco dijo los seres humanos “somos parte del ambiente” y que este “comporta límites éticos que la acción humana debe reconocer y respetar”.
Pidió que la conferencia mundial sobre cambio climático de diciembre en París llegue a “acuerdos fundamentales y eficaces”.