En Florida, un pastor alemán fue adoptado por una pareja con una hija de siete años. El perro y la niña se volvieron inseparables, pasaban las tardes jugando en el patio de la casa.
La niña se llama Molly, y una tarde mientras jugaba con el perro apareció una víbora de cascabel en el jardín, el perro salió a su defensa y no se dejó vencer, a pesar de haber sido varias picaduras.
Cientos de personas donaron más de 15 mil dólares para poder pagar el antídoto necesario para mantenerlo con vida,
Pese a que sufrió daño renal, los veterinarios anticipan que se repondrá.
Con información de Publimetro.