Para los peinados de esta temporada se imponen dos corrientes: el volúmen de los 60s y la sencillez y minimalismo de los 90s.
Moños de bailarina, trenzas tirolesas, coletas, melenas californianas, cabellos cortos, recogidos sofisticados y cabellos setenteros con ondas marcadas son algunos ejemplos.
La firma Louis Vuitton propone que los moños clásicos se reinterpreten con nuevas texturas y levantados en la nuca con la intención de añadir volumen para sumar mayor femineidad al peinado y otorgar un punto de sofisticación a la mujer.
Otra de las tendencias son las trenzas envueltas con un halo descuidado, pueden hacerse en el centro, a un lado, a modo de diadema o en moño.
La cola de caballo, muy sencilla de hacer, es un peinado clásico que puede sacar de cualquier apuro a la mujer. La coleta resulta más atractiva, si se reserva un mechón de cabello para envolverla y al mismo tiempo ocultar la goma.
Elegante, “chic” y atractivo es el moño de bailarina, un peinado atemporal que nace a partir de una coleta.
Para las más atrevidas, surge la tendencia de la melena rizada con gran volumen.
Según la firma L´Oréal, las mechas californianas es uno de los rituales de peluquería más demandados del mundo y consiste en lucir un cabello degradado desde la raíz hasta las puntas, ofreciendo un atractivo dorado como si el sol hubiera incidido sobre el cabello.
Indiscutiblemente, la melena vive momentos de gloria, pero el cabello corto a los “garçon” se impone en rostros bellos y angulosos. Los más deseados son los peinados con la raya al lado.
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