Peña Nieto: eficiencia legislativa, a menor costo

El Presidente Electo Enrique Peña Nieto propuso al pueblo de México durante su campaña reducir las Cámaras del Congreso de la Unión, para lograr una mayor eficacia y reducir el costo de la democracia electoral mexicana, que es una de las más caras del mundo.

Una vez concluida la jornada de la elección presidencial, manos a la obra. Para abrir boca el Partido Revolucionario Institucional (PRI) presentó una iniciativa en la Cámara de Diputados para reducir el tamaño del Congreso de la Unión y pasar de 628 miembros a 496. Es el momento de disminuir la sobrerrepresentación en el Congreso, suprimiendo a los representantes populares que llegan a las cámaras por medio del voto de los partidos amén de que se acabará con el despilfarro presupuestal.

La diputada Patricia Elena Retamoza del PRI propuso en su iniciativa que sean eliminados 100 diputados y 32 senadores electos por el principio de representación proporcional, para quedar sólo con 400 diputados y 96 senadores.

La falta de acuerdos para aprobar reformas y lograr consensos es la principal argumentación para estos cambios constitucionales, pues la meta es tener un Poder Legislativo más eficaz con la construcción de mayorías.

Hay que atemperar el costo de nuestra democracia, argumentan los legisladores de sobrada experiencia como Manlio Fabio Beltrones Rivera, Fernando Castro Trenti, Carlos Humberto Aceves y del Olmo, Manuel Añorve Baños, entre otros, la iniciativa pretende también disminuir el costo tan alto que el Congreso de la Unión representa para el erario. Para el año 2012, el presupuesto de ambas Cámaras del Congreso rebasa los $9,500 millones.

La premisa que se sustenta es que tener 628 legisladores federales no garantiza la formación de acuerdos y sí representa problemas de coordinación entre sus integrantes: contar con una mayoría legislativa no equivale ni a nulificar la división de poderes ni a evadir el juicio de las urnas en la siguiente elección. El Estado necesita de mayorías para ser eficaz. Sin mayorías, se pierde la capacidad de decidir y transformar, lo que termina por erosionar la capacidad para gobernar, señala el texto de la iniciativa.

En la misma vena y ya entrados en el tema valdría la pena que los legisladores hicieran una revisión de temas correlativos importantes. Veamos:

  • Achicar los Congresos de las Entidades Federativas.
  • Reducir el presupuesto de los Congresos Locales.
  • Simplificar y racionalizar la operación cíclica del IFE
  • Reducir el costo del IFE y el del voto.
  • Trasladar las funciones del TRIFE a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
  • Aminorar el costo de los IFES y TRIFES estatales
  • Acortar el periodo de tiempo que transcurre entre la elección presidencial y la toma de posesión.
  • Cambiar la fecha de la elección.
  • Reglamentar los gastos de campaña y su sanción.
  • Exigir una mayor votación a los partidos para conservar el registro.
  • Democratizar la nominación de candidatos a puestos de elección popular, eliminando la nominación de familiares de los dirigentes.
  • Transparentar la aplicación de los recursos que se asignan a los partidos.

Ya veremos

José Sánchez Talavera
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