Con la visión de futuro y con una agenda moderna y democrática, alejada de rasgos autoritarios y sin quitar el dedo del renglón, el Presidente Electo Enrique Peña Nieto calificó como positiva la aprobación de la reforma laboral por parte de la Cámara de Diputados. Es un gran avance que redituará miles de nuevos empleos, principalmente para los jóvenes y mujeres, expresó Peña Nieto.
Con la reforma se permitirá el pago por hora y los trabajos de temporada, dos elementos muy necesarios y que a todas luces más que afectar a los trabajadores, propicia múltiples contrataciones. En países como Japón esta alternativa sirvió como detonadora de los miles de empleos que reclamaban igual número de desempleados. Por donde se vea es una buena medida y existen visos de que con el nuevo gobierno se avanzará en los temas pendientes en materia laboral.
Indudablemente la rasurada que los líderes sindicales dieron en el primer tiempo a la reforma laboral en cuanto al voto secreto y la rendición de cuentas, es el claro signo de los tiempos del sexenio que concluye: dejar hacer, dejar pasar; ya veremos en el segundo tiempo, en la Cámara de Senadores que ocurre.
Sin embargo de acuerdo con los analistas el Presidente Electo dejará sentir su visión modernizadora, su vocación democrática y su inclinación hacia la transparencia, una vez que inicie su administración y que, para entonces, constataremos de qué está hecho Peña Nieto.
Por lo pronto existe un compromiso formal de parte de los empresarios con Peña Nieto para impulsar nuevas inversiones nacionales y extranjeras que deriven en la creación de miles de empleos. Su próxima gira de trabajo del Presidente Electo por países europeos tiene ese principal propósito.
Ya veremos.
José Sánchez Talavera
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