Antonio López Chaj, un pintor californiano de origen latino, trató de mediar en la pelea que estaba enfrentando a dos de sus sobrinos con el dueño de un bar y el guardia de seguridad del mismo.
Según cuenta el Daily Mail, el guardia de seguridad comenzó a golpear con una porra al agredido hasta dejarle inconsciente y, cuando ya estaba en el suelo, le soltó hasta ocho patadas en la cabeza y le estrello el cráneo contra el suelo en otras cuatro ocasiones.
Y es que las secuelas no son sólo apreciables a simple vista, lógicamente el hombre ha perdido gran parte de sus capacidades psicomotrices. Además de no poder hablar, apenas si puede caminar con ayuda de dos hombres y precisa la atención de una enfermera las 24 horas del día.
Pese a que los 58 millones de dólares de indemnización suponen la más alta entregada a una sola persona en el estado de California, existen muchas incertidumbres sobre la posibilidad real de que los acusados puedan cumplir la sentencia. Y es que tanto el dueño del bar como el guardia están en paradero desconocido desde que se hizo pública la condena.
Pese a todo ello los familiares del herido se congratulan de, al menos, haber podido salvar la vida de Antonio y de que el tribunal les haya dado la razón, aunque dudan de que los culpables no aparezcan para recurrir la sentencia.
