El gobierno mexicano, por medio de la Procuraduría General de la República (PGR), pidió perdón y reconoció su responsabilidad en la desaparición forzada de Jesús Ángel Gutiérrez Olvera, perpetrada por agentes de la entonces Agencia Federal de Investigación (AFI) y de la Procuraduría capitalina.
En presencia de Leonor Guadalupe Olvera, madre de Jesús Ángel, la procuradora Marisela Morales enfatizó que la dependencia a su cargo no tolerará que su personal perpetre actos de este tipo e instruyó a redoblar esfuerzos en las investigaciones.
Nada justifica, dijó Morales, violar los Derechos Humanos de una persona, como tampoco que no se aplique la justicia de manera pronta y expedita, produciendo una desafortunada y constante revictimización.
Acompañada por el ombudsman capitalino, Luis González Placencia; y el subsecretario de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Max Diener Sala; Morales Ibáñez comentó que el caso de Gutiérrez Olvera es un lamentable hecho que exige realizar un examen profundo de las fallas que propician la violación a los Derechos Humanos.
“Es hora del perdón, la reconciliación y el trabajo conjunto para lograr un país, más seguro, más justo y más libre; es tiempo de mirar hacia un futuro que nos une, más que a un pasado que nos separa”, indicó.
Durante su discurso, Marisela Morales señaló con el acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional se da cumplimiento al Acuerdo de Solución Amistosa celebrado en mayo entre el gobierno federal y los familiares de Gutiérrez Olvera.
El 14 de marzo de 2002, Jesús Ángel Gutiérrez, de 24 años de edad, fue desaparecido tras ser detenido de forma arbitraria por 8 agentes y llevado a las instalaciones de la entonces Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada de la PGR.
El asunto llegó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, quien en 2011se pronunció en contra del Estado mexicano.
Fuente: Crónica.com.mx
