Un estudiante de la Universidad de Alberta, Canadá, utilizó el mismo pantalón durante 15 meses, sin lavarlo, para demostrar que la mezclilla no acumula tantas bacterias como se hubiera pensado.
Josh Le, de 20 años, no lavó sus pantalones –incluso no se los quitó– de septiembre de 2009 a diciembre de 2010 y comprobó que el nivel de bacterias no había aumentado.
Durante un mes, Josh llevó sus jeans “al extremo”: durmió utilizándolos, se secó el sudor de sus manos y tiró comida en la prenda.
Aquí la conclusión: los pantalones tejanos sólo necesitan ser lavados una vez al mes.
Aunque, cabe señalar, la mayor cantidad de bacterias se concentraba en el área púbica. ¡Aguas!