Desinflar las llantas de un vehículo para frenarlo o cometer un acto delictivo es una práctica común en la delincuencia organizada. Decenas de comunicados y boletines de la PGR dan cuenta de ello.
Narcotraficantes utilizan los llamados “ponchallantas”, artefactos construidos con clavos soldados, y que lanzan cuando son perseguidos por policías o rivales.
Este diario reportó un nuevo modus operandi en el asalto a cuentahabientes en delegaciones como Miguel Hidalgo, Cuajimalpa y Álvaro Obregón. Los ladrones colocan bolsas con clavos debajo de las llantas de usuarios bancarios con la finalidad de ponchar los neumáticos.
Los delincuentes siguen a sus víctimas, incluso las alertan que traen baja la llanta y cuando se detienen son asaltados.
Fuente: Excélsior