Bien dicen que “la curiosidad mató al gato”, en este caso la curiosidad de una trabajadora de limpieza hizo que robara un tren para saber qué se sentía manejarlo.
Esto fue lo que sucedió en Saltsjöbanan, un sistema de trenes suburbano que corre entre las ciudades de Estocolmo y Saltsjöbaden, en Suecia, y al cual una joven mujer encontró sensato, viable y totalmente posible probar suerte en una de sus máquinas para saber si era capaz de manejarla.
La mujer, de veintidós años, condujo el transporte poco más de kilómetro y medio hasta que lo sacó de sus vías y lo estrelló en una casa, inesperadamente sin que nadie salvo ella resultara herido.
Permanece arrestada y enfrenta cargos por poner en riesgo a otras personas.
