EL gobierno de Australia ha reiterado su petición de eliminar su decisión de eliminar a dos millones de gatos silvestres de aquí a 2020. El motivo que alegan las autoridades es que quieren proteger a las especies locales de esta fauna invasora. Sea cual sea el motivo, la medida ha generado polémica.
La actriz defensora de los derechos de los animales, Brigitte Bardot, ha condenado la iniciativa en una carta abierta, algo similar a lo que ha hecho el cantante británico Morrisey, quien ha tildado de estúpidos a las autoridades australianas, según BBC Mundo.
Pero, ¿en qué se basa el gobierno para tomar esa medida? Según estimaciones oficiales, en el país hay cerca de 20 millones de gatos no domesticados. La cifra asombra más si tenemos en cuenta que Australia solo tiene 23 millones de habitantes. Y estos gatos on una amenaza para las especies locales.
El comisario de Especies Amenazadas de Australia, Gregory Andrews, asegura que estos animales han sido responsables de la extinción de al menos 29 mamíferos australianos como el bilbi menor (Macrotis leucura) ?un marsupial similar al conejo que no se ve en el país desde la década de los 60?, el peramélido del desierto ?otro pequeño marsupial? o el Notomys macrotis, una especie de ratón de orejas grandes.
En una carta en la que respondía a los dos personajes críticos con la medida asegura que el país “no quiere perder más especies como estas”. “Es con este sentimiento en mente que el gobierno australiano ha adoptado esta postura respecto a los gatos silvestres, a fin de proteger a nuestras especies nativas”, escribió, según recoge BBC.
Las autoridades siguen empeñadas. Aseguran que los gatos son la mayor amenaza para los mamíferos pequeños, las aves y las lagartijas. Calculan que en total hay 124 especies amenazadas directamente por su presencia.
El plan gubernamental es eliminarlos en un plazo de cinco años mediante métodos humanitarios, o sea, trampas, muertes por armas de fuego y envenenamiento. El foco está en los animales que viven en áreas desiertas remotas, donde la presión sobre las especies nativas es mayor.
Fuente: Economía Hoy
