¿Por qué el tema del sexo es tan recurrente?

El sexo está en todas partes: en las películas, en la publicidad, hablamos de ello con amigos, leemos libros al respecto, y en las escuelas imparten clases para estar más informado.

Freud decía que la sexualidad es determinante en los conflictos psíquicos de una persona; no se ha comprobado que sea siempre así, sin embargo, sí es motivo recurrente de consulta psicológica. En este caso vamos a hablar de su importancia como forma reveladora para entender al individuo.

El cómo llevamos nuestra sexualidad es una forma de entender cómo nos relacionamos con el otro, por ello se denominan “relaciones sexuales”. Del análisis de tu sexualidad tú mismo puedes descubrir cosas muy reveladoras acerca de tu personalidad o del momento que estás viviendo. Analizar si las relaciones sexuales te sirven para abrirte o cerrarte a los demás.

Una sexualidad únicamente centrada en la masturbación por elección del sujeto puede estar asociada a un temor por relacionarse. Muchos, aunque dejan al otro participar, creen que el acto debe de ser prefabricado como una escena; respecto a los fetichistas o los voyeristas podemos decir que aunque tienen sexo con otro también se pueden entender como “solitarios sexuales”, pues algunos utilizan el disfraz o los roles que juegan para esconderse, para no revelar su personalidad. La pareja sexual es más bien un instrumento para tener placer. Esto puede estar escondiendo temores de mostrarse a sí mismo, confiar en los demás, perder el control o el poder.

No hace falta hablar de comportamientos sexuales etiquetados como parafilias para este ejercicio de toma de conciencia de la propia sexualidad, sino simplemente entender gracias a la relación qué espacio le damos al otro. Si podría compararse a un objeto sexual, o bien, si en nuestras relaciones buscamos un intercambio. Una comunicación a veces verbal a veces visual o quinestésica para entender sus gustos y sus ritmos, timidez o vergüenza. Donde ninguno toma un rol servil ni tampoco impone. Gozar porque el otro goza.

A veces puede parecer que buscamos el sexo para abrirnos a otros, pero en realidad estamos evadiendo, escondiendo ansiedad o tristeza. Al contrario de los solitarios en estos casos buscamos llenar un vacío a través de la sexualidad, tapar una necesidad con el placer que nos brinda un encuentro de este tipo.

Otras veces usamos al sexo como pantalla para que los demás piensen que somos “mejores”; así hay quien hace todo por no salir del bar sin una pareja o quien publica a los cuatro vientos todos sus encuentros sexuales. Para ellos el alto número de encuentros es sinónimo de superioridad.

Reducir la sexualidad para los genitales parece no dar buenos resultados. Vale la pena preguntarse: ¿Cómo observo las relaciones sexuales? ¿Habla esto de otros aspectos de mi vida?

Este autoanálisis puede darte claves si sientes que no vives plenamente tu sexualidad, pues no se puede mejorar desde una postura pasiva. Como en otros aspectos de la salud tanto física como mental, no sobrevendrán los cambios por sí solos; requieren de compromiso de tu parte.

Se ha escrito en múltiples ocasiones de la sexualidad de los famosos, pues nos permite entenderlos mejor. Igualmente podemos emplearlo para conocernos a nosotros mismos. Auto evalúate, conoce las razones por las que actúas conforme a ciertos patrones y cuestiona su validez y utilidad en tu vida.

Autora: Tania Vachez @Taniavdelab

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