Monterrey es una de las ciudades más asoladas por la violencia en nuestro país; en los últimos años, la “Sultana del Norte” pasó de ser uno de los centros económicos más importantes de México, a uno que acapara las noticias por las violentas jornadas que suceden ahí.
Pero, ¿por qué se convirtió Monterrey en un campo de batalla en unos pocos años?
Cuando el cártel de “Los Zetas” comenzó a expandirse a lo largo de la República, y a diversificar sus operaciones, la ciudad de Monterrey, a solo 215 kilómetros de Estados Unidos, era un territorio clave a conquistar. Más aún, cuando se separó del Cártel del Golfo y dejó de ser su brazo armado para independizarse, la pelea por las plazas se encarnizó.
Monterrey, punto clave por su cercanía con Estados Unidos y por su poder económico, se convirtió en uno de los escenarios de la batalla entre el Cártel del Golfo y “Los Zetas”.
“Los Zetas” son conocidos por sanguinarios y violentos, características que les han ayudado a ganar espacios en el norte del país. Aunado a eso, la falta de liderazgos fuertes en el Cártel del Golfo tras la detención de Osiel Cárdenas Guillén, ha propiciado que “Los Zetas” ganen espacios.
Lo que vemos hoy en Monterrey, como el asesinato de 20 personas dentro de un bar, es producto de la lucha entre estos dos cárteles; del esfuerzo del Cártel del Golfo por sacar a “Los Zetas”, y la resistencia de estos.
Mientras tanto, las fuerzas federales han llegado a contener la violencia que se vive en dos frentes. Y, por lo pronto, los que sufren las consecuencias son los habitantes de Monterrey.
