R. M. Schneiderman
Newsweek
La semana pasada, la policía arrestó a grupos clandestinos de jóvenes que bailaban hip hop, por hacer videos y consumir alcohol. Hace unos meses, las autoridades prohibieron ciertos cortes de pelo “Occidentales”, y el Ayatollah Ali Khamenei declaró que enseñar música es incompatible con los valores iraníes. El régimen está tratando de acabar con la cultura juvenil.
Pero en la realidad, Teherán se muestra renuente a tomar verdaderas acciones contra los jóvenes. Una de las razones: la Guardia Islámica Revolucionaria se lleva una tajada de las ventas de alcohol, películas occidentales y objetos de contrabando. Una razón aún mayor se refiere a la demografía. Más de la mitad de la población de Irán tiene menos de 35 años; después del Movimiento Verde de 2009, los líderes temen que un esfuerzo violento por acabar con la cultura juvenil atraerá simpatía a la oposición.
