Una investigación sobre el impacto de la contaminación global en la salud pública, publicada por la revista The Lancet, reveló que el aire, el agua y el suelo tóxicos son responsables de la muerte prematura de 9 millones de personas cada año, más muertes que la cantidad de personas fallecidas por la guerra, el hambre, la malaria y el SIDA.
El estudio extrajo datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los analizó y advirtió que la contaminación es tan peligrosa que “amenaza la supervivencia continua de las sociedades humanas”, pues representa el 16% de las muertes en todo el mundo
Esto significa 15 veces más que las muertes por guerra y conflicto, y tres veces más que las muertes por SIDA, tuberculosis y malaria combinadas.
El este estudio se refiere a muertes que se producen por enfermedades relacionadas con la contaminación, como enfermedades del corazón, derrames cerebrales y cáncer de pulmón; además ocurre en países en desarrollo, sobre todo, donde la rápida industrialización combinada con regulaciones laxas se traduce en una mayor exposición a la contaminación tóxica del aire, el agua y del suelo para los residentes.
Sin embargo, entre los países con mayor datos de muerte por contaminación destacan Estados Unidos y Japón. La contaminación atmosférica causada por automóviles o actividades industriales es la peor de todas.
Es responsable de alrededor de 4.5 millones de muertes cada año, casi la mitad de todas las muertes relacionadas con la contaminación, una cifra que según los expertos no parará de aumentar en los próximos años.
Otras 2.9 millones de muertes provienen de la contaminación del aire interior, proveniente de estufas de leña, que aún hay hogares que las emplean para calentarse y cocinar.
El agua tóxica es responsable de otras 1.8 millones de muertes cada año; y es que el agua saturada de aguas residuales.
La contaminación en el lugar de trabajo, que prevalece en los países industrializados, también representa alrededor de 800,000 muertes cada año
El dato duro es que las muertes relacionadas con la contaminación conllevaron pérdidas de 4,600 billones de dólares anuales, el equivalente al 6.2% del PBI mundial.