PEMEX es hasta el momento, la octava compañía petrolera más grande del mundo, sin embargo, en los últimos años, ha experimentado una serie de problemáticas que bloquean el desarrollo de la industria energética en México y que han limitado su capacidad. Los impuestos pagados por la empresa en los últimos años, han sido mayores a su utilidad operativa.
El anunció del pasado la Comisión Permanente del Congreso: generar cambios constitucionales que permitan asociaciones de riesgo y participación entre empresas extranjeras y PEMEX, a fin de atraer inversión y tecnología necesarias para explotar el enorme potencial productivo con el que cuenta México en el sector. El Estado continuará siendo el único propietario y administrador del Petróleo mexicano.
Los recursos que dejará de recibir el Gobierno por concepto del petróleo no se compensarán a través del aumento en los impuestos, dado que 35% de los ingresos del sector público del año pasado, correspondieron a PEMEX, razón por la cual se ha dudado mucho del cambio en el régimen fiscal, sin embargo, es destacable que generar mayores utilidades podrá permitir una mayor inversión del sector público en diferentes renglones como son salud y educación.
Se han manifestado opiniones divergentes en torno a la Reforma Energética por parte de los distintos actores involucrados, sin embargo, las ventajas se siguen manifestando:
1. La asociación con empresas extranjeras es una oportunidad de compartir prácticas y experiencias frente a la necesidad de modernizar la industria petrolera mexicana.
2. Nuevos puestos de trabajo serán el resultado de la apertura a la inversión extranjera, cuya principal característica es la demanda de personal calificado.
3. Se definieron claramente los alcances en los renglones de producción, precios e importaciones de hidrocarburos.
4. Aumento de la producción de gas y petróleo, resultado: la reducción de sus precios en el mercado, al aumentar la oferta.
5. Mediante los contratos de utilidad compartida, la Iniciativa Privada podrá impulsar la exploración y explotación de hidrocarburos.
6. Ampliación del uso de energías renovables, bajo un esquema de producción responsable de energías, mediante incentivos a quienes generen fuentes renovables.
7. La participación del sector privado en el ámbito de refinación, transporte y distribución de derivados de petróleo y gas, permitirá la reducción en la importación de gasolinas y derivados.
8. Se dinamizarán otros sectores relacionados, en un efecto dominó en el que la logística de distribución comience a demandar una mayor modernización, infraestructura, equipamiento.
La capacidad de gestión de PEMEX debe ser acorde con sus dimensiones, por lo que la propuesta de fortalecimiento y reorganización de la empresa es adecuada. Hasta el momento, las prácticas llevadas a cabo por la empresa mexicana no han permitido dominar tecnología especializada para extraer petróleo de aguas más profundas, en un contexto internacional cada vez más competitivo.
Debe destacarse que las perspectivas de todas las fuerzas políticas y actores interesados se están tomando en cuenta y esto representa un hecho histórico en el que se está anteponiendo el interés nacional. En este sentido, podemos esperar una Reforma completa destinada a modernizar el sector energético en México, en beneficio de la nación
Ana Luisa García de la Serna/Analista
